ASPECTOS TÉCNICOS
Las condiciones geotécnicas obligaron al uso de tuneladoras con sujeción del frente de excavación, al menos en aquellos tramos en los que existía riesgo de inestabilidad o de venidas de agua. Hubo que estudiar la resistencia de lo túneles en caso de venidas de agua a la presión hidrostática correspondiente a la profundidad máxima alcanzada bajo el nivel del mar. La elección de las tuneladoras recayó en máquinas de presión de tierras de doble tornillo de extracción y colocación de dovelas prefabricadas mediante 2 erectores incorporados en el escudo de cola. Por razones de plazo, en ambos túneles trabajaron 2 tuneladoras, es decir 4 tuneladoras en total perforando desde los dos extremos y al encuentro una de la otra. El revestimiento interno de los túneles está compuesto por dovelas prefabricadas de hormigón armado de 40 centímetros de espesor, formando anillos de 165 centímetros de ancho, fabricados en una planta construida in situ. Surgieron numerosas dificultades de índole técnica a lo largo del proyecto, achacables sobre todo al terreno, compuesto en gran parte por antiguas morrenas del último período glacial (-600.000 a -10.000 años). En resumen, un suelo imprevisible, muy heterogéneo, inestable y frágil, donde se mezclan depósitos de arena y bloques de granito. Una masa sobreconsolidada por el peso del manto de hielo.
Por último, se aplicaron drásticas medidas medioambientales en toda la obra. En este sentido, las aguas sucias procedentes de la obra (planta de hormigón, excavaciones) fueron tratadas antes de desaguarlas en la red de alcantarillado. El agua de lluvia también fue tratada antes de verterla al canal. Al estar situada la obra en una zona baja, las aguas sucias pudieron bombearse desde los tanques de sedimentación y ser tratadas de acuerdo con criterios muy estrictos.