Puente Vasco de Gama

Obra del siglo para Portugal, primer premio de ingeniería civil de la Bienal Hispanoamericana de Arquitectura e Ingeniería Civil de Madrid en el año 2000, mayor puente de Europa en el momento en el que se construyó, el puente Vasco de Gama es una obra notable, inaugurada con motivo de la Exposición Universal de Lisboa de 1998. El puente, que atraviesa los 17 kilómetros del estuario del Tajo, consta de 5 obras con una arquitectura muy diferente. Todas las obras fueron diseñadas para resistir un seísmo equivalente al que devastó Lisboa en 1755 (de una intensidad de 8,7 en la escala de Richter) y a vientos ciclónicos de 250 km/h. Esta estructura permite conectar de manera duradera la orilla norte de Lisboa, muy desarrollada, con la orilla sur, más rural, facilitando así el desarrollo de ésta y descongestionando el tráfico en la capital.

CONTEXTO

En 1991, el gobierno portugués convocó una licitación internacional para el diseño, financiación, construcción y explotación de un puente que debía atravesar el Tajo por su parte ancha, ya que el puente 25 de Abril ya no era suficiente. Resultó ganador de la licitación en 1994 el grupo concesionario Lusoponte del que formaba parte Campenon Bernard SGE.
El contrato exigía que el puente se inaugurara durante la Exposición Universal de Lisboa en marzo de 1998, con lo cual los plazos se reducían extremadamente. Se hizo cargo de la construcción el grupo Novaponte dirigido por Campenon Bernard SGE. Las obras empezaron en enero de 1995, 3 meses antes de que se firmara el acuerdo de concesión. El puente fue inaugurado a tiempo tres años después.

ASPECTOS TÉCNICOS

La complejidad de este puente nos obligó a tener en cuenta diversos elementos. En primer lugar, consta de 5 partes diferentes unas de otras: el viaducto Norte, el viaducto de la Exposición, el puente de tirantes de fijación, el viaducto Central y el viaducto Sur, sin contar los enlaces. Dados los plazos, las fases del proyecto fueron singulares. La coordinación por satélite permitió dar coherencia al conjunto. Sin esta nueva tecnología, la curvatura de la tierra y la longitud del puente habrían creado una diferencia de un metro entre el puente proyectado y el construido.
En la fase de diseño también se tuvo en cuenta el riesgo sísmico. Portugal es una zona de actividad sísmica importante como lo demuestra el terremoto de 1755, el más importante hasta ahora. Por ello, el puente Vasco de Gama puede resistir un terremoto de una amplitud 4,5 veces superior al que prevén las normas de resistencia de los edificios de Lisboa.
Cada parte del puente tiene en cuenta este reto. El viaducto Norte está equipado con un sistema de amortiguadores en su extremo norte para absorber los desplazamientos longitudinales en caso de seísmo. El tablero del puente no está fijado a sus postes pero puede desplazarse transversal y longitudinalmente. Sus pilares, muy flexibles, se diseñaron para obtener largos periodos de vibraciones. Por último, las conexiones hidráulicas en los pilares del viaducto central permiten a éste moverse cuando está siendo usado pero lo bloquean en caso de seísmo.

El puente Vasco de Gama fue diseñado para resistir un terremoto 4,5 veces más fuerte que el de 1755 y vientos de 250 km/h, se construyó sobre estacas de 2,2 metros 1,7 metros de diámetro y sus cimientos llegan a 95 metros por debajo del nivel del mar.

IMPACTO

Por sus proezas técnicas, el puente Vasco de Gama puede considerarse como un motivo de orgullo nacional. Además, las promesas de desarrollo urbano que suscitó su construcción resultaron ser ciertas. Al unir la Segunda Circular a la carretera nacional EN10 y a la futura A12, este puente reduce la congestión creciente en Lisboa y facilita los trayectos hacia España y la provincia de Algarve. Gracias a él, la orilla sur del Tajo está mejor conectada y puede contar con perspectivas de desarrollo importantes.
Este puente también es admirable porque respeta las normas medioambientales. La mayor parte de las medidas aplicadas por Lusoponte para proteger el medio ambiente constituyeron una novedad en aquel momento en Europa. Se construyeron barreras acústicas, se instalaron protecciones contra los derrubios en la base de los pilares en el canal y se construyeron estanques de tratamiento de las aguas pluviales en la orilla sur.
En esta misma orilla se adoptaron medidas especiales para recuperar el agua de las marismas saladas del Samouco, que constituyen una reserva natural y un lugar de refugio, reproducción y alimentación para centenares de especies de aves, peces, crustáceos y moluscos. Esta nueva reserva ocupa 400 hectáreas. Por ello, en la primavera de 1995, se interrumpieron las obras durante 3 semanas para permitir el paso de aves migratorias.

Expertos del proyecto

Cliente
Lusoponte

Dirección de obras
Novaponte

Cifras claves

Fechas de ejecución
De abril de 1994 a marzo de 1998

Longitud total
17 km

Puente de tirantes de fijación
824 m

Capacidad
50 millones de vehículos al año

Testimonio

«Este nuevo puente sobre el Tajo es extraordinario por su longitud, su complejidad, el número de estructuras necesarias, las técnicas empleadas, el plazo de construcción y la cantidad de materiales necesarios. Los 700.000 m3 de hormigón empleados hicieron que sus cimientos fueran en aquel momento los mayores de Europa.»

Michel Bernard, DIRECTOR DE LA OBRA