ASPECTOS TÉCNICOS
El perímetro exterior de la elipse mide 1 kilómetro y el interior 400 metros. El techo está suspendido de 18 agujas en forma de jabalina. Ha sido pensado para resistir vientos de 145 km/h, de los que no hay constancia en la historia de la región parisina. El vidrio es ligeramente opaco para atenuar los contrastes, para mayor comodidad de los espectadores y facilitar el crecimiento del césped. La cubierta integra todas las funciones de iluminación (454 proyectores incorporados) y de sonido (36 conjuntos de altavoces). El agua de la lluvia se recoge en la cubierta sin que se vierta en la periferia y fluye por el sistema de tuberías de las agujas. La superficie del techo es de 6 hectáreas (tan grande como la plaza de la Concordia), de las cuales 5 hectáreas corresponden a la zona opaca y 1 a la parte de vidrio. Hubo que utilizar una de las grúas más potentes del mercado para instalar los 36 componentes, cada uno de los cuales pesa 350 toneladas, suspendidos a 42 metros de altura.
La originalidad del césped se debe principalmente a la calidad del suelo, compuesto por sustratos llamados Lavaterr, elaborados con rocas volcánicas. Sobre la primera capa de drenaje con granulado volcánico Lavalit de 10 centímetros de grosor reposa un segundo sustrato de 15 centímetros elaborado con una mezcla de rocas volcánicas trituradas, arena de cuarzo y materias fertilizantes. Por ello, el césped del Estadio de Francia posee un drenaje de calidad excepcional, excelente cohesión y gran capacidad de retención del agua.
Por último, esta infraestructura destaca asimismo por la rapidez con la que se ejecutó. El movimiento de tierras (800 000 m2) se realizó en 5 meses y los 180 000 m3 de hormigón vertidos en un año. Las modificaciones técnicas, la colocación del techo y la instalación de la tribuna móvil de 25 000 localidades también se efectuaron en un año.