Estadio de Francia

Situado en Saint-Denis, al norte de París, el Estadio de Francia es el mayor estadio de fútbol francés. Tiene un aforo de 80 000 localidades, de las que 25 000 son móviles, conforme a la configuración deseada, lo cual fue una primicia mundial en 1997. Su innovadora arquitectura hace de él una obra excepcional. Su cubierta elíptica es uno de los aspectos más destacados así como uno de los más complicados de realizar. Construido para la Copa del Mundo de fútbol de 1998 para sustituir al Parque de los Príncipes, considerado demasiado pequeño, este estadio se inspiró en el Worldport de la compañía aérea estadounidense Pan Am, ubicado en el aeropuerto internacional John F. Kennedy de Nueva York. Este edificio de forma elíptica está coronado por un disco elíptico que recae sobre 18 mástiles de acero con una separación de 40 metros; cuenta con un estadio anexo, 2 estacionamientos subterráneos de 3 niveles con capacidad para 4 000 vehículos y un estacionamiento exterior para 2 000 vehículos.

CONTEXTO

Hacía más de 70 años que el Estado francés no había construido un estadio olímpico. En 1992 la Federación Internacional de Fútbol Asociación (FIFA) eligió a Francia para la organización de la Copa del Mundo de fútbol de 1998. Una de las condiciones era construir un estadio con aforo para 80 000 espectadores sentados y cubiertos. El primer ministro de la época eligió en octubre de 1994 el proyecto de los arquitectos M.Z.R.C., presentado por el consorcio Bouygues-Dumez-SGE (VINCI). El permiso de construcción se expidió el 30 de abril de 1995, es decir, 3 años antes del comienzo de la Copa del Mundo. El estadio fue inaugurado el 28 de enero de 1998 por el presidente de la República con motivo de un partido entre las selecciones de Francia y España. El estadio destaca principalmente por su multidisciplinaridad, ya que fue diseñado para eventos deportivos, conciertos, grandes espectáculos y animaciones.

ASPECTOS TÉCNICOS

El perímetro exterior de la elipse mide 1 kilómetro y el interior 400 metros. El techo está suspendido de 18 agujas en forma de jabalina. Ha sido pensado para resistir vientos de 145 km/h, de los que no hay constancia en la historia de la región parisina. El vidrio es ligeramente opaco para atenuar los contrastes, para mayor comodidad de los espectadores y facilitar el crecimiento del césped. La cubierta integra todas las funciones de iluminación (454 proyectores incorporados) y de sonido (36 conjuntos de altavoces). El agua de la lluvia se recoge en la cubierta sin que se vierta en la periferia y fluye por el sistema de tuberías de las agujas. La superficie del techo es de 6 hectáreas (tan grande como la plaza de la Concordia), de las cuales 5 hectáreas corresponden a la zona opaca y 1 a la parte de vidrio. Hubo que utilizar una de las grúas más potentes del mercado para instalar los 36 componentes, cada uno de los cuales pesa 350 toneladas, suspendidos a 42 metros de altura.
La originalidad del césped se debe principalmente a la calidad del suelo, compuesto por sustratos llamados Lavaterr, elaborados con rocas volcánicas. Sobre la primera capa de drenaje con granulado volcánico Lavalit de 10 centímetros de grosor reposa un segundo sustrato de 15 centímetros elaborado con una mezcla de rocas volcánicas trituradas, arena de cuarzo y materias fertilizantes. Por ello, el césped del Estadio de Francia posee un drenaje de calidad excepcional, excelente cohesión y gran capacidad de retención del agua.
Por último, esta infraestructura destaca asimismo por la rapidez con la que se ejecutó. El movimiento de tierras (800 000 m2) se realizó en 5 meses y los 180 000 m3 de hormigón vertidos en un año. Las modificaciones técnicas, la colocación del techo y la instalación de la tribuna móvil de 25 000 localidades también se efectuaron en un año.

El objetivo subyacente era acoger los Juegos Olímpicos ya que este estadio tiene una particularidad y es que se adapta tanto a los deportes colectivos (fútbol y rugby) como al atletismo, gracias a sus tribunas retráctiles en el primer nivel. Desde el principio se diseñó como un espacio multifuncional y multidisciplinario. Es uno de los pocos estadios del mundo en el que se han celebrado una final de la Copa del Mundo de fútbol y una final de la Copa del Mundo de rugby.

IMPACTO

El Estadio de Francia está situado en la zona de gestión concertada (ZAC) de Cornillon, en la localidad de Plaine-Saint-Denis, a 1,5 kilómetros de París, a 7 kilómetros del aeropuerto de Bourget y a 20 kilómetros del aeropuerto de Roissy; se puede llegar a él por las autopistas A1 y A86 o en metro y cuenta con 2 estaciones de la red de transporte regional RER.
Este emblemático proyecto contribuye a la proyección de Francia y al desarrollo de las actividades deportivas. Asimismo contribuye a la renovación urbana, económica y social de Plaine Saint-Denis. La reinserción social es precisamente una de las prioridades del proyecto. Esta gran obra, que se integra en la tradición francesa de grandes realizaciones, pretende que Plaine-Saint-Denis se asiente como un polo de desarrollo económico importante.
Su arquitectura abierta a los barrios se ajusta al objetivo general de renacimiento de este departamento en plena reconstrucción. Su realización no representa sólo la construcción de una verdadera “catedral” del deporte, sino también la expresión de una fuerte voluntad política, esto es, la utilización de este nuevo estadio como motor de la renovación y del desarrollo de todo un territorio.

Expertos del proyecto

Cliente
Consortium Grand Stade S.A.

Dirección de obras
Michel Macary, Aymeric Zublena, Michel Regembal, Claude Costantini

Cifras claves

Fechas de ejecución
De mayo de 1995 a noviembre de 1997

Hormigón
150.000 m³

Encofrado
420.000 m²

Cubierta
50.200 m²

Testimonio

«El estadio que toda Francia esperaba desde hacía tanto… se llamará sencillamente Estadio de Francia.» 

Guy Drut, MINISTRO DE DEPORTES EN ESE MOMENTO

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